PASADO
¿Y si...?
Nono.
Pero...
Noooo.
En silencio volví a pensar en mi propia muerte. La psicóloga no me ayuda del todo y no les he dicho nada a mis padres sobre eso...
Las heridas iban curándose y casi ni se notaban mis heridas. Mi médico ya me dijo que me iba a dar el alta.
-Pero seguirás yendo a hablar con Elena, ¿vale? Ese tema creemos...que no está zanjado.
Asentí tristemente, pero por otro lado me iba a casa y tenía ganas.
Me porté bien durante los pocos días en los que tenía que estar en el hospital. Mentía sobre mis pensamientos.
Me sentía mal, ya que no me gusta mentir, pero así me podía ir de una vez.
-Creo que necesitas unas pequeñas vacaciones Ali.
-No entiendo.
-Ahora te irás a casa, y seguro que no vas a tener muchas ganas de venir a mi consulta todas las tardes. Así que dentro de un mes te volveré a llamar para saber de ti y concretar fecha para que vuelvas.
-¿Crees que estoy...mejor?
-¿Te sientes mejor?
No.
-Mucho mejor.
-Pues entonces descansa. Intenta no pensar en el pasado, sino en el futuro. De los errores se aprende.
-Vale.
-Ya hablaremos.
Esa fue la última conversación que tuve con mi psicóloga, después me fui a casa. Y volví a cometer el mismo error, pero de diferente manera.
PRESENTE
No volvimos a nombrar los temas de Paula y mi pasado. Hoy no por lo menos.
Nos comimos el helado mientras bromeábamos.
-Serás... -dijo después de haberle cogido un poco de su helado.
-Genial. -me fulminó con la mirada. -No me mires así, no he cogido tanto. -Pero en ese momento me mancho con su helado la nariz.
-Que malo.
-No tanto como tu.
-Yo soy un ángel.
-No. -dijo mientras se acercaba a mi. Estaba muy cerca, demasiado. Le miré a los ojos, me encantan, eran un azul intenso y más cuando lo tenía a centímetros de mi cara. -Ya te lo limpio yo. -Y me dio un beso en la nariz que hizo que me quietara el helado. No me lo esperaba.
-Muy...amable.
-Lo soy. -dijo sentándose en su sitio, sonriendo.
Seguimos hablando y riendo. Preguntándonos tonterias. Hablamos de la vida y de la muerte. Hablamos de todo...menos de lo innombrable.
-¿Mañana volveremos a quedar? -dijo mientras salíamos de la heladería.
Me reí.
-¿Qué? No...
-¿Por qué?
-Porque estamos a finales y deberíamos estudiar. Yo tengo muchos exámenes.
-Si, y yo, pero...
-Nos podemos ver este viernes seguro.
Pensó, seguro que ese día saldría de lo normal con sus amigos...
-Claro, ¡y el sábado!
-¿Y tus amigos? ¿No saldrás con ellos?
-Les soporto en el instituto. Tu no.
-Exacto, no podría aguantarte tanto tiempo.
Lo dije de broma, pero a el le sentó mal.
-Era broma.
-¿No me aguantas?
-¡Te aguanto! Era broma.
-¿Aguantar? ¿Tan mal es estar conmigo?
-No... -dije, y sin poder impedirlo, me agarró de las rodillas y me encontré con mi cabeza en su espalda y mi tripa en su hombro.
-¡SUELTAME! -le grité, el empezó a andar.
-No.
-¡Por favor Daniel!
-¿Daniel? ¿No eramos ya amigos?
-Si, verdad. Dani, suéltame.
-No.
Le golpee un poco la espalda, pero tampoco.
-Soy fuerte eh, además pesas poco.
-¿Fuerte tu? Pero si eres un tirillas.
-Serás...pues ahí te quedas.
Y siguió andando mientras yo gritaba. No sabía por donde me llevaba, solo veía el suelo.
-¿A dónde me llevas?
-A un lugar mágico.
-No digas tonterias -dije mientras me reía.
-Vale, no. -y siguió andando a no sé donde.
No caminó mucho más y se paró. Estábamos al lado de una fuente.
-¿Este es el lugar mágico?
-Vale, no, esto ha sido improvisado.
-Ya, se ha visto. -me senté en el borde de la fuente. Dani se sentó al lado mio.
-Hace mucho que no me lo pasaba tan bien.
-¿Te lo pasas bien conmigo? Yo que tu iría al médico...
-Ali, lo digo en serio, me gustas.
¿Queeeeeeeeeeeeee?
-¿Cómo?
-Me gusta mucho tu forma de ser.
¿Solo eso?
-Ya... ¿y?
-Nada, ¿tiene que haber más?
-No...
-Eres una buena chica.
Si, esa soy, una buena chica.