miércoles, 7 de agosto de 2013

CAPITULO 21

PRESENTE
Y estaban, en la muñeca, todas las heridas de guerra. Todas las cicatrices... 
Me oculté un poco las muñecas.
-¿Sólo en las muñecas?
Le miré sorprendida. ¿Y ahora?
-No...
-No lo sabía.
-No era importante.
-¿Cómo que no? Entonces, ¿qué es importante para ti? Porque ahora sabiendo esto de ti, todo a lo que llamaba problemas parecen tonterias.
¿Qué le digo ahora? No me apetece hablar de eso ahora, es mucho, y no quiero pasar la tarde hablando del pasado. De mi triste pasado.
-Es largo.
-No me moveré de aquí.
-En serio, quería pasar una bonita tarde contigo y no lo conseguiremos si hablamos de eso.
-Quiero saber de ti, ¿tanto te cuesta?
-La verdad es que si. Esto con la única persona con la que he hablado sobre esto era mi psicóloga.
-¿Sigues yendo al psicólogo?
-No como antes. Cuando quiero, la llamo y hablo con ella...cuando quiero volver a las andadas.
-¿Y eso ocurre a menudo?
-Cada vez menos.
Me sonrió. Triste.
-Eso es bueno.
-Si.
Nos quedamos en silencio mientras cada uno le daba un bocado a su bocata.
-¿Por qué?
-¿Qué?
-¿Por qué decidiste hacerte eso?
-Me di cuenta de que la vida no merecía la pena. Estaba sola...a nadie le importaba. Nadie me quería.
-Tenía que haberte conocido antes.
-Ya...
-¿Y tus padres? ¿No vieron que estabas triste? ¿No te ayudaron?
-Estaban con sus problemas... y yo en ese momento no era problema alguno para ellos.
-No me puedo creer que te hicieras eso. -dijo mirando mis muñecas. -Te mereces vivir, eres genial.
Me sonrojé, nadie me había dicho eso.
-En ese momento nadie pensaba que fuera genial. Decidí que no había diferencia, en que siguiese con vida...o muerta.
Me miró apenado y me rodeo con sus brazos.
-Lamento lo ocurrido, tomaste malas decisiones, pero si tomaste una buena, una muy buena.
-¿La de seguir viviendo?
-Si, y ahora que pienso, otra.
-¿Cuál?
-A ver aceptado salir conmigo.
Le sonreí como nunca lo había hecho. Me hacía sentirme única, la mejor. Y no lo era, no era la mejor. Pero el lo hacía sentir y eso es lo que importaba.
Se separó de mi y me preguntó:
-¿Cómo se enteraron tus padres de que te hacías eso?
-Un día, cuando llegue a casa, decidí quitarme la vida, sin juegecitos de cuchillas para hacerme sentir mejor. Cogí un cuchillo de la cocina y empecé a cortarme. Fui al hospital y allí...
-¿Te curaste? 
-No... eso hice creer, pero no...no me curé. 
-¿Cómo que no? ¿La psicóloga no te ayudó?
-Eso hice creer. Me ayudó, pero no del todo.
-¿Y qué hiciste?
-Al terminar el curso tomé un..gran exceso de Melatonina e Ibuprofenos. Y me corté. Le di un puñetazo a un espejo y me di un golpe con la cabeza en el bordillo de la bañera.
-Que suerte has tenido. -dijo sorprendido. 
-Antes pensaba que era la chica con menos suerte del mundo, ahora no lo creo.
Me volvió a abrazar, más fuerte. 
-No sé como lo has hecho, -continué- pero has hecho que vuelva la alegría que creí perder de mi niñez. Gracias.
-Gracias a ti por ser como eres. Eres genial y todos son gilipollas por haberte hecho creer que no lo eres.
-Pues esos son tus amigos.
-Ya veo...
Me dejó de abrazar y le dio un sorbo a su refresco. El ya se había comido su bocata, pero yo no y seguí comiendo.
-Me parece increíble que esas personas a las que llamo amigos te hayan hecho esto. -dijo señalando mis muñecas.
-Esto me lo he hecho yo...
-Pero fue por culpa de ellos...ellos eran tus amigos desde los 3 años, ¡y no te ayudaron! Esos no son amigos.
-Los mios no, pero los tuyos si, que me hicieran esto no significa que dejes de llamarlos amigos. Ellos si que han sido amigos para ti.
-¿Qué te hicieron?
-¿Cómo?
-Quiero que me digas todas las cosas que te han hecho tus compañeros de instituto. Nombralos y dime que hicieron...o hacen.
Dudé, ¿y si lo que le digo hace que dejé de hablar con ellos? Me cargaré la amistad que tienen y habrán más insultos...pero tampoco quiero mentir a Dani. 
Por eso le conté todo. Quienes fueron mis amigos y que me hicieron mis amigos. Nombré a todos los que me hicieron daño y sus...fechorías.
Los insultos, las zancadillas, los robos, los destrozos... todo. 
Todo lo que era antes, ya no lo es para Dani. Y eso es por mi culpa.

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