lunes, 19 de agosto de 2013

CAPITULO 25

PRESENTE
Mientras iba en el autobús, pensaba en mi tarde con Dani. Es un chico muy feliz, gracioso, con una sonrisa siempre dibujada en sus labios. Su felicidad contagiaría a cualquiera. 
¿Mi padre preguntará con quien he estado?
Claro.
¿Y qué le digo?
Pues que has quedado con un amigo que conociste hace un par de días.
¿Y lo del beso?
Obvio que no, lista.
Miré el reloj, 20:55. 
Espero que mi padre no se enfade. Siempre estoy en casa, y justo cuando salgo, tiene que ir a cenar a casa. Que cosas...
Miré por la ventana. Ya habíamos salido de la ciudad y solo se veía una explanada lisa vacía. 
Todos los viernes el mismo camino, pero lo distinto de hoy es que en vez de después del instituto, he ido a la hora de cenar.

Tardé en llegar a casa media hora, y cuando abrí la puerta olí a comida recién hecha. Eso solo sucede en casa de mi madre.
-¡Papá! ¡Ya estoy en casa!
Mi padre se asomó por la puerta de la cocina.
-Justo a tiempo, cámbiate y cenamos. Está todo listo.
Le sonreí y subí a ponerme la ropa para estar por casa.
Dejé la mochila en la mesa y me desnudé. Cogí mi camiseta ancha de casa de mi padre que pone I LOVE TV. 
En el armario que tengo en casa de mi padre solo tengo camisetas anchas como esa, para andar por casa. No uso otra cosa. Hay camisetas para poder salir, pero menos que ese tipo de camisetas.
También sirven de pijama.
Bajé y fui al comedor.
-¿Ayudo? 
-No, ya esta...todo listo.
Mi padre llevaba mi misma camiseta, pero en vez de gris como la mía, era negra. 
-Copiota. -me dijo.
-Es la misma que me pongo para estar en casa.
Pero claro, como lo ibas a saber si nunca estas conmigo en casa.
-Siento no haber estado...estos meses en casa. -dijo mientras no sentabamos en la mesa.
-No pasa nada. Trabajo. 
Le di mi plato y me sirvió el primer plato.
-Si, trabajo, pero la verdadera razón es, que odio esta casa.
-Normal, esta a tomar por...
-¡Alicia!
-Perdón...

-Pero tienes razón. 
-Pues ve a la ciudad.
-No, no quiero.
Pues no te quejes.
Me sonrió mientras empezábamos a cenar.
-No me quejo.
-Si que lo haces. ¿Y a donde vas si no es a casa?
-Si terminaba tarde, un hotel. O salía por ahí...y me quedaba a casa de amigos a dormir. Pero también he venido a casa.
-Nunca te he visto.
-No quería despertarte ni molestar. Subía a mi cuarto, dormía, y temprano me iba.
Entonces mi padre si pasaba por casa, pero no me decía nada. Increíble.
-Me parece mal que hagas eso.
-Lo siento. 
-Bueno, pero después de un año, vuelves a casa para cenar.
-Si. -dijo mientras reía. -¿Y con quién estabas hoy? Creía que no hablabas con nadie del instituto.
-Y no lo hago.
-¿Entonces? ¿Vas a una actividad extra escolar y no lo sabía?
-Tampoco. Conocí a un chico en el Fnac y llevamos unos días hablando...y me ha parecido majo.
-Majo...
-Si, me siento bien con el.
-Me alegro.
-Y yo.
-Después de todo lo sucedido en el hospital, me alegro que por fin puedas hablar y sentirme bien con...otra...¿persona?
Me reí.

-Que no te oiga.
-No digas eso...
A mi padre le sigue sin gustar el tema de Clara. Le agradece todo, pero es raro.

PASADO
Los días pasaron rápidos y sin tristeza alguna. Clara consiguió que viera la vida de distinta manera. Hablando. Simple.
Sus palabras consiguieron que todo lo que pensaba de mi misma, casi ni lo oyera. Mi yo oscuro seguía dentro de mi, pero no le escuchaba y hacía como si no estuviera, y eso fue gracias a Clara.

Mi primer día de paseo fuera del hospital, en unos jardines que tenían, los recorrí con Clara.
Hablamos y hablamos sobre lo que tal vez haga fuera del hospital. Volveré al instituto para empezar bachillerato y con mis estupendos compañeros.
-¿Y si te cambias de instituto?
-No servirá. Habrá más gente en el otro instituto, y el único cambio que habrá es que los insultos me los dirán otras personas.
-¿Y sino? ¿Y si haces amigos allí?
-No lo creo.
-Si no pruebas, no lo sabrás.
Andamos un poco más, pero ella se fue y fui sola a mi habitación, hoy me tocaba hablar con Elena.
Fui a su despacho y me senté en el mismo sofá. Ella no estaba.
Espere, y a los 5 minutos ya estaba allí.
-Hola Ali.
-Buenos días.
-¿Qué tal la mañana? Me han dicho que hoy has salido fuera.
-Si. -No mencioné a Clara, nunca lo hago. Ella me dijo que no lo hiciera.
-También me han dicho algo que no me esperaba. ¿Con quién estabas?
-Con nadie.
-Eso ya me han dicho, ¿con quién, o... con qué hablabas?
-¿Perdón?
No entendí nada en absoluto.

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