No había que ser un lince para adivinar la sorpresa, seguramente me invitaría a comer así que antes de salir de casa cogí mi monedero con dinero. No quería que me invitase a nada.
Odio los lunes, el comienzo de la semana siempre me ha sentado mal, me deprimen.
Cogí mi mochila y me fui al instituto después de haberme despedido de mi madre y su novia.
Esa mañana fue la mañana más larga de mi vida. Las clases eternas, no solo por el coñazo de las explicaciones, sino porque estaba nerviosa y los minutos se me hacían horas.
Estaba nerviosa y con un poco de miedo por el cuerpo, hacía mucho que no salía con nadie.
Además estaba nerviosa por si el se acercaba a alguien de mis ''queridos amigos''. No quería que le dijera lo rarita que soy. Se iría por el mismo sitio de donde había venido.
El día no fue nada especial. Miradas de asco y pequeños insultos que ya cansaban.
En el recreo fui a la biblioteca a leer un libro.
Pero resumiendo: mi mañana fue una mierda.
Mientras hacía mis deberes de literatura, tocó el último timbre del día. Recogí rápidamente mis cosas y al subir la silla a la mesa alguien me dijo:
-Anda Alicia, ¿y esas prisas?
Como no,la voz inconfundible de Paula. Pero pase de ella, como siempre cuando me decía algo.
-¿Has quedado con alguien? -dijo y todas se rieron. Suspiré, me puse la mochila y dije:
-Sigues contando los mismos chistes de siempre y cansas.
-Que tu no te rías no significa que no sea gracioso.
-Por favor Paula, esas zorras que tienes por amigas se ríen de tus bromas por simple interés.
-Envidia, eso es lo que tienes.
-Uy, si, me muero de envidia. Muero por ser como tu. -Dije mientras me daba la vuelta y me iba. Y mientras salía por la puerta, pude escuchar que una de ellas decía:
-Pues haber si el bicho raro se muere.
'Si supiera...' pensé.
Respiré hondo mientras bajaba por las escaleras. ¿Dónde estará Daniel? Espero que solo para irnos directamente a no se donde.
Salí del instituto y le ví justo en la entrada, ¡solo!
Vi como me miraba y me sonreía. Me acerqué a el saludandolo con la mano.
-Hola Alicia. Has tardado en bajar eh.
-Me había entretenido.
-Ays, como sois las chicas.
No lo entendí, pero no le pregunté a lo que se refería.
-¿Nos vamos? -le dije.
-Si, pero antes...-vi como saludaba a alguien, pero no sabía a quien porque no me di la vuelta para comprobarlo.
-¡No tengo tiempo, pero luego hablamos! -grito.
-Vayámonos ya, esto empieza a agobiarme, hay mucha gente.
Empezamos a andar en silencio entre la gente. Noté que me miraban, pero me dio igual.
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